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La Delegación de Cultura de la Comissió Gestora (1999-2005)

Artículo publicado en el Llibret de la Foguera Avenida de Lóring-Estación 2016

El magnífico llibret titulado Il·lustrats, está dedicado íntegramente a la Delegación de Cultura de la Comissió Gestora de Les Fogueres de Sant Joan, actual Federació de Les Fogueres de Sant Joan, y consta de sendos artículos escritos por los protagonistas de cada etapa de su existencia, los titulares de dicha delegación del máximo organismo rector de la Fiesta, desde su creación hasta nuestros días. Este artículo en concreto se corresponde al período entre 1999 y 2005, encabezado por el que les escribe.

La etapa de Armando Parodi Arróniz en la Delegación de Cultura de la Comissió Gestora de les Fogueres de Sant Joan, última con esta denominación, se desarrolló en tres períodos: el primero de ellos en la Subcomissió, colaborando con el titular de la delegación, Miguel Castelló Hernández (1999); la segunda, al frente de la Delegación de Cultura (2000-2002); y la tercera en calidad de Asesor de Cultura (2003-2005), asumiendo, además, la Delegación los dos últimos años por dimisión de su titular, José Fernando Ortega Villanueva.

Programa de la Candidatura de José Manuel Lledó Cortés a la
Comissió Gestora de les Fogueres de Sant Joan (archivo Armando Parodi)

La definición del término «Cultura» —del latín cultus, haciendo referencia al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre—, si bien ha ido mutando a lo largo de la historia y ha sido asociada a la civilización y al progreso, en general se enuncia como «el tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una colectividad», tales como las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento, por poner algunos ejemplos. También se concibe, de forma más amplia, como «el conjunto de informaciones y habilidades que posee el ser humano, que le proporciona la capacidad de reflexión sobre sí mismo y, a través del cual, discernir valores y buscar nuevas significaciones».

Para Armando Parodi, era fundamental la perspectiva de la Cultura como herencia social y, como tal, centró gran parte de su labor en el máximo organismo rector de Les Fogueres. Para ello, basó su trabajo en tres aspectos de la misma, necesariamente imbricados entre sí: en primer lugar, potenciando e incentivando la participación en las actividades culturales, tanto para los festeros como para la sociedad en general; por otra parte, revisando, catalogando y protegiendo el patrimonio cultural de la Comisió Gestora y, por extensión, de la Fiesta de Fogueres; y, por último, cuidando y potenciando las publicaciones oficiales de Les Fogueres, tanto en formato convencional como digital, dando además, con esto, los primeros pasos hacia la informatización de la Fiesta. Para una gran parte de toda esta labor, contaría con la inestimable colaboración de Boro Picher Flores, a quien incorporaría como miembro de la Subcomissió, casi exclusivamente vinculado al área de Cultura.

La labor de la Delegación de Cultura de la Comissió Gestora de les Fogueres de Sant Joan en la etapa 1999-2005, se vio claramente favorecida por una continuidad que no había logrado hasta la fecha dicha delegación, por lo que Armando Parodi estuvo tratando de abordar algo tan fundamental como la definición de las señas de identidad de Les Fogueres, llamando la atención sobre la necesidad de una buena proyección cultural de la Fiesta, de manera que se terminara con el período de ostracismo cultural que se estaba sufriendo por parte de los propios festeros, en lo que se refería a las actividades culturales en el contexto de la misma. Trató de dar respuesta a cuestiones como la de que qué había ocurrido para llegar a esa situación, o cómo habían desaparecido esas inquietudes culturales del horizonte de foguerers y barraquers, a los que poco parecía importarles nuestra identidad, nuestra Cultura popular, la coherencia de nuestra Fiesta y su adecuada proyección. Quizá lo ocurrido era que se había diluido ese modelo de Fogueres por el que se había luchado y trabajado durante tantos años y en el que, más que una Fiesta, se pretendía que fuese el reflejo de las inquietudes y de la Cultura popular de la ciudad. Quizá por eso la Fiesta se estaba aislando de la mayoría de los ciudadanos, que cada vez la sentían menos como propia. Pero, era bien cierto que, hasta entonces, la discontinuidad al frente de la Delegación de Cultura poco había favorecido a la implementación y seguimiento de normas y formas de hacer pues, ya lo dice el refrán: «cada maestrillo tiene su librillo».

Por todo ello, cabía pensar que había que mirar hacia dentro, y darse cuenta de que el modelo de Fiesta que un día se ganó por méritos propios el carácter de Interés Turístico Internacional, estaba cada vez más difuso. De seguir la regresión en la que estaba inmersa la Cultura de la Fiesta, poco futuro le aguardaba, porque, si se terminaba de perder nuestras señas de identidad, perderíamos nuestras raíces.

Se trataba de un interesante reto para la Delegación de Cultura, que debía limpiar su proyecto de trabajo de elementos superfluos, para profundizar en los pilares de nuestra Cultura, festera y no festera, potenciando el conocimiento y buen uso de los pasodobles foguerers, la correcta indumentaria, la utilización de la lengua valenciana, al menos a efectos protocolarios y en lugares tradicionales como el llibret o la explicación de la foguera, y todo ello sin perder la oportunidad de innovar y adaptarse a los medios actuales, a la sociedad de nuestros días. Conjugar tradición y modernidad, se podía y se debía hacer, para situar la Cultura de Les Fogueres donde le correspondía. Se precisaba continuidad, y se tuvo. Otra cosa fueron los resultados, notables en algunos aspectos, todavía insuficientes o, más bien, incipientes en otros. Analicemos los tres aspectos, antes mencionados, en los que se desarrolló la labor de Armando Parodi en la Delegación de Cultura de la Fiesta.


Potenciación e incentivo a la participación en las actividades culturales

Tal vez la más significativa de las aportaciones del área de Cultura a la Fiesta en este período, pudo ser la creación del Certamen de Teatro, cuya redacción de bases se realizaría a partir de su homólogo de Valencia, en la doble modalidad de castellano y valenciano, que contó con esponsorización e incentivación mediante premios en metálico. Se admitían obras originales o adaptaciones autorizadas, valorando el formato de sainete.

Comisiones premiadas en el I Certamen de Teatro «Fogueres de Sant Joan»
organizado por la Comissió Gestora
(fuente Boletín Fogueres n.º 20 —marzo 2000—)

En relación al Certamen de Fotografía, ya en su IV Edición, se eliminó la modalidad «Alacant» para potenciar las instantáneas sobre la Fiesta, y se contó, igualmente, con esponsorización e incremento de los premios en metálico. La exposición de todas las obras presentadas se llevaría a cabo conjuntamente y en el mismo espacio que la Exposición del Ninot.

Bases del V Certamen de Fotografía «Fogueres d'Alacant»,
edición 2001 (archivo Armando Parodi)

Dicha Exposición del Ninot, cuya participación se veía decrecer los últimos años, se vio potenciada y fortalecida mediante la redacción, conjuntamente con la Concejalía de Fiestas y el Gremio de Artistas de Fogueres, de un Reglamento de participación obligatoria, sin la cual, la comisión de foguera que no presentara su ninot a concurso podría ser descalificada a efectos de premio del monumento, fuera adulto o infantil. Del mismo modo, la regulación de las entradas a una por persona fue un primer paso para acabar con el fraude de la compra masiva de las mismas, para intentar falsear la elección de los ninots indultats, algo que se había evidenciado los últimos ejercicios foguerers.

De cara a poner orden y criterio en el Concurso de Llibrets, se crearon unas Bases para la regulación del mismo; desapareció el premio al uso del valenciano, que quedaba sin sentido dado el auge de los otorgados por Consellería, mientras se creaban premios al llibret más tradicional y al llibret más innovador. La Delegación de Cultura, a fin de facilitar la labor del Jurado, confeccionaba un informe previo de los llibrets presentados a concurso, con información de contenidos y candidaturas a que cada ejemplar podría optar.

Para el rescatado y magníficamente impulsado Certamen de Ninots de Carrer, que entraba igualmente en su IV Edición, se incentivó a la participación en el mismo mediante un aumento del número e importe de los premios, no sin antes reforzar sus Bases, entre otras cosas concretando una definición más completa y exacta del concepto de «ninot de carrer», y abriendo dicha participación a personas físicas, entidades y colectivos ajenos a la Fiesta.

Bases del IV y V Certamen «Ninots de Carrer»,
correspondientes a las ediciones de 2000 y 2001
(archivo Armando Parodi)


Revisión, catalogación y protección del patrimonio cultural de la Fiesta

Se procedería a una revisión de los fondos del archivo documental de la Comissió Gestora, así como a la confección e informatización de listados de publicaciones en él depositadas, archivándolas por comisiones, en lugar de por orden de registro, para un mejor acceso a la información; se procedería, además, a una restricción y control de los préstamos, para evitar el gran número de extravíos que, tal como se detectó, se estaban produciendo en los últimos años; y hubo entrega en depósito de los documentos más relevantes e irremplazables de la Comissió Gestora al Archivo Municipal de Alicante, para su custodia, consulta y disposición por parte de todos los alicantinos e investigadores de Les Fogueres.

Se realizaría, igualmente, una revisión y relación de las copias depositadas en la Comissió Gestora de partituras de pasodobles festeros, llevándose a cabo, además, un intercambio con la Banda Sinfónica Municipal de Alicante, a fin de ampliar los fondos musicales de ambas entidades; se pudo acrecentar así la puesta en disposición de dichas partituras a las comisiones para potenciar y diversificar su uso, especialmente en el Desfile de Entrada de Bandas.

Cartel anunciador de la Exposición «75 Aniversari de les Fogueres de Sant Joan»,
del 20 de diciembre de 2003 al 10 de enero de 2004
(diseño: Bañuls Impresores; archivo Armando Parodi)

Mención aparte merece la organización y celebración, en el Centro Municipal de Las Artes, del Patronato de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Alicante, como colofón a las celebraciones de tan notable efemérides, de la Exposició 75 Aniversari de les Fogueres de Sant Joan, muestra cronológica de 1928 a 1960, para la que se consiguieron más de setecientos artículos provenientes de colecciones particulares y patrimonio de las comisiones, saliendo a la luz gran cantidad de documentos y fotografías inéditas o de difícil acceso. Además, se desarrollarían varias actividades paralelas de contenido cultural, ligadas al contexto de la Exposición. Merece la pena rescatar el texto que abría el catálogo creado para guiar, situar y justificar la realización del evento:
«Me toman por loco, pero cuando vean que lo que intentamos hacer tiene como características fijas las fiestas a lo grande, beneficio para la industria, beneficio para el comercio, beneficio para el obrero alicantino a cuyos hogares van a parar las pesetas que se invierten, y renombre para Alicante, se les contagiará mi locura».

José María Py y Ramírez de Cartagena,
Fundador de Les Fogueres de Sant Joan

La «locura» de este gaditano, afincado en Alicante tras conocer unos años la fiesta del fuego en Valencia, encendió, hace ya tres cuartos de siglo, una mecha en el espíritu alicantino que no ha dejado de correr, prendiendo los corazones de cuantos entran en contacto con ella, sean nativos o forasteros, propios o extraños, que quedan inmersos en su fuego.

Les Fogueres de Sant Joan han cumplido 75 años, y han resistido todos los embates habidos y por haber, primero las críticas, luego una guerra, una postguerra, más tarde cambios en el régimen político. Lo que empezó como un experimento local, trascendió rápidamente de la ciudad de Alicante y de su provincia, traspasando las fronteras de nuestro país. Saltamos de siglo y de milenio, y hoy Les Fogueres de Sant Joan, Fiestas de Interés Turístico Nacional e Internacional, son las Fiestas Oficiales de la Ciudad de Alicante y forman parte inseparable de su cultura, de su folklore y de su arte, configurando un estilo propio, el «Estilo Alicantino».

En el colofón de esta efemérides, hemos concebido esta Exposició 75 Aniversari de les Fogueres de Sant Joan como homenaje a todos aquellos que han sido y son artífices de este milagro, El Milagro del Fuego como titulara Pedro Abad su Foguera Oficial del 75 Aniversari, a través de una marcha atrás en el tiempo, partiendo de aquel ya lejano 1928, recorriendo esos primeros pasos, seguidos de etapas de lógicas fluctuaciones de la Fiesta por las circunstancias históricas que concurrieron, hasta llegar a los años de Gastón Castelló al frente de Les Fogueres, que culminarían más tarde con Tomás Valcárcel en la madurez y la consolidación de una Fiesta, sin duda destinada a no desaparecer jamás.

Para esta Exposición, que recorre la Historia de la Fiesta caminando de forma cronológica a través de llibrets, bocetos, postales, carteles, fotografías, insignias, estandartes, documentos y objetos varios, desde 1928 hasta 1960, hemos querido descartar intencionadamente todo aquello de conocida disponibilidad en lugares como el Archivo Municipal, el Archivo de Comissió Gestora, Museu de Fogueres, bibliotecas públicas, etc. para intentar llegar a lo que se encuentra en propiedad particular, coleccionistas, o como parte del preciado patrimonio de las comisiones que comenzaron su andadura foguerera durante ese período de tiempo, procurando así que salgan a la luz objetos y documentos que, en muchos casos, son desconocidos o se creía perdidos. Desde aquí nuestro agradecimiento a todos los que han colaborado para hacer realidad esta Exposición.

No está todo lo que hubo, es obvio, pero sí una muestra lo suficientemente representativa como para darnos por satisfechos si con ello conseguimos una punzada de emoción, un granito de nostalgia, o una pizca de admiración hacia todos aquellos que han sido responsables directos de que Les Fogueres de Sant Joan sean las que hoy conocemos: la millor festa per a la millor terreta!

Armando Parodi Arróniz,
Director y Coordinador de la muestra

Cuidado y potenciación de las publicaciones festeras

El Boletín Fogueres, posteriormente rebautizado Infogueres, gozó de mayor tirada, periodicidad más corta, más páginas y a color, mediante gestión de la publicidad para su gratuidad, potenciando el contenido cultural y gráfico, así como estimulando a la participación de comisiones y comisionados en sus contenidos.

Boletín Fogueres n.º 16 —marzo 1999— y Boletín Infogueres n.º 5 —junio 2002—
(archivo Armando Parodi)

La Revista Oficial Fogueres, por una parte, contribuyó en la recuperación y difusión de publicaciones antiguas, mediante ediciones facsimilares, en volúmenes aparte, del Libro de Oro 1934 (Fogueres 2000, Evolució) y las tres primeras revistas oficiales, 1940-1942 (Fogueres 2001, Renovació); por otro lado, proporcionó ediciones monográficas dedicadas a las Belleses del Foc y los entresijos de su creación, designación o elección y proclamación (Fogueres 2002, Vivències), y los primeros premios de la máxima categoría de fogueres y barraques, con las explicaciones contenidas en sus respectivos llibrets (Fogueres 2004, Cendres); además de la creación de una nueva estructura de consulta de distritos y mapas de localización.

Revistas Oficiales Fogueres 2001 «Renovació», 2002 «Vivències»
y 2004 «Cendres» (archivo Armando Parodi)

También se crearía la primera Página Web Oficial, diseñando su estructura, coordinando la gestión de sus contenidos, y llevando a cabo la actualización permanente de la misma.
Menú principal de la primera Página Web Oficial de Les Fogueres de Sant Joan
—http://www.hogueras.org— (diseño Armando Parodi)

Y también mención aparte cabe hacer, en relación a los primeros pasos en la informatización de la Fiesta, aprovechando la infraestructura que ofrecía el traslado de la sede de la Comissió Gestora a la Casa de la Festa, mediante la creación y puesta en marcha de la intranet de la misma, y un frustrado proyecto de informatización global, que llegaría a presentarse a comisiones y medios de comunicación, pero que la falta de medios y la dificultad de su diseño lo hicieron inviable, si bien sentó las bases de lo que posteriormente sería una informatización progresiva de Les Fogueres. Se le bautizaría como Proyecto Infogueres, y la Delegación de Fogueres, encabezada por Javier Sánchez Falcó, tendría mucho que ver en su concepción y diseño.

Página de inicio y menú principal de la demo del Proyecto Infogueres
(diseño Armando Parodi y Javier Sánchez Falcó)


Efectivamente, eran muchas las preguntas planteadas y pocas las respuestas, muchos los proyectos para tan pocos medios tanto económicos como humanos, numerosas las propuestas y escasos los apoyos. Había que inculcar que cada uno de los foguerers y barraquers, al menos los que entendían que la Cultura es parte necesaria e inseparable de la Fiesta, se tomaran un tiempo para tratar de responder a estas y otras cuestiones, y aportaran a las comisiones de pertenencia el impulso y la coherencia que necesitaba la Fiesta para que la Cultura no muriera.

Cultus —cultivar—, era, en definitiva, el significado primero de la palabra Cultura, y había que actuar en consecuencia, comenzando con la ardua labor de infundir a los jóvenes de nuestra Fiesta estos valores. Había que hacer válidas las afirmaciones que manifestara el actor, director escénico y pedagogo teatral Konstantín Stanislavski, cuando sostuvo que «la juventud no debe solo asimilar los frutos de la Cultura de sus padres, sino que debe elevar la Cultura a nuevas cimas, a las que no llegan las gentes de las anteriores generaciones». La tradición podía y debía llevar al progreso. Tradición y progreso son y forman parte de la Cultura, y, tras el paso de Armando Parodi, la Delegación de Cultura de la ya redenominada Federació de les Fogueres de Sant Joan que, afortunadamente, también contaría con continuidad en su trabajo con David Gerona Llopis, pudo tomar el testigo y desarrollar notablemente los incipientes pasos dados en este y en otros sentidos durante el período analizado.

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