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La Foguera de la «Plasa del Achuntament» (2.ª parte)


1933. El mon de les imperfecsións

La siempre popularmente conocida como Foguera de la «Plasa del Achuntament» había alcanzado la principal meta que su comisión se había marcado: estar en la élite. El siguiente paso era mantenerse en ella y conseguir sentar unas bases firmes para optar al premio máximo. Con esa filosofía, el presidente José Romeu hizo un único retoque en su junta directiva, incorporando, según consta en el Registro de Socios que se conserva en el AMA, a Ezequiel Climent como vicesecretario, pues el trabajo burocrático y organizativo crecía y el secretario Juan Cours no podía abarcarlo todo.

Llibret de la Foguera Plaza de la República 1933 (AMA)

Por otra parte, creada en este ejercicio la figura del «Foguerer Machor», la comisión tuvo el honor de contar como su primer cargo así denominado a Luis Pérez Bueno, abogado y escritor y conferenciante sobre temas artísticos, que fuera alcalde de Alicante en 1909, y una de cuyas principales aportaciones fue la coordinación de una exposición de pinturas en el Ateneo de nuestra ciudad, cuyos beneficios fueron a repercutir directamente en la Foguera. También era elegida la primera bellesa del distrito, figura creada en el ejercicio pasado sin que las candidatas estuvieran ese primer año adscritas a comisión alguna, cargo que recayó en la señorita Isabel Martínez.

Bellesa 1933 de la Foguera Plaza de la República.
Srta. Isabel Martínez (AMA. Llibret 1933)

La principal novedad en este ejercicio foguerer de 1933 la encontramos en la aparición de la primera barraca del distrito, igualmente presidida por Romeu Zarandieta, bautizada Peña «Alicántara», de estética morisca, como no podía ser de otra manera, cuyo piso superior serviría a la Foguera como templete para la música. Esta denominación aparecería en prensa y otras pubicaciones con multitud de variantes, «Ali-Cántara», «Ali-Kantara», «Aly-Kantara», «Alikántara»... pero la que aparece oficialmente en su expediente es «Alicántara», y así nos referiremos a ella. Luego la conoceremos con más detalle.

La programación festera apenas sufrió cambio alguno por ello, manteniendo como estrellas la Banda de Música «La Nueva Iris» de Alcoy y los cabezudos de Romeu, reincidiendo y reinventando ese «gran desfile de los ejércitos morunos con su banda "Beni-Mamet-Pepet", figurando al frente de dichas fuerzas notables Kaides y el Santón de la kábila de "Beni-Mamet-Pepet-Rochet", desfilando por las calles de Jorge Juan, Plaza República, Pórtico Ansaldo, Mayor, Plaza Constitución, Altamira y Plaza República». Y no olvidemos que el ambiente festero en la plaza y otros enclaves del distrito se veía incrementado con la celebración de actos oficiales que partían o transcurrían por él, y que este ejercicio, además, se potenciaba con diversas celebraciones deportivas que también afectaban por cercanía a la plaza de la República.

En la información contenida en el expediente 15/33 del AMA, consta como lema del monumento foguerer, una nueva genialidad de Gastón Castelló Bravo, El mon de les imperfecsións, que repetiría galardón alcanzando el Segundo Premio, en concreto de la Categoría A, ya que este año se calificaban por vez primera los monumentos en función de su coste, premio dotado con 750 pesetas. Una memoria descriptiva, así como una foto autorizada de 17 x 12 cm de un boceto en tinta, acompañan la solicitud de plantà que José Romeu firmaba el 30 de mayo de 1933, y que quedaría autorizada con fecha 5 de junio.

Foguera Plaza de la República 1933. Fotografía autorizada del boceto (AMA. Expediente 15/33)

En el Diario El Luchador del 24 de junio de 1932, Gastón ya anunciaba sus intenciones para con esta foguera: «Estoy dispuesto el año que viene, si es que hago alguna foguera, a que se me deje en libertad para hacer algo que no guarde ninguna relación con la ciudad». Dicho y hecho, la foguera de 1933 plasmaba la supremacía de los fuertes sobre los débiles, empezando por los insectos hasta llegar al hombre, que no duda en matar a sus semejantes. La descripción de la foguera, que no recoge dimensiones de la misma, sí explica sucintamente las tres caras de que constaría:
En la primera se observa un habitante de un planeta superior que viene a visitar la tierra, y Miss Universo le acompaña diciéndole: «El único ser perfecto de la creación es el hombre. Mirad cómo se yergue orgulloso sobre el resto de la creación. Ved qué lucha tan injusta, los seres fuertes sin piedad devoran a los débiles».
En la segunda fachada, pasan por un lugar donde los insectos se devoran unos a otros, y el habitante exótico dice que las luchas en el bajo suelo tienen el mismo dolor que en las altas esferas. Últimamente se dirige donde está el hombre y ve que también mata a seres que nada pueden hacer contra él para después devorarlos y además emplea procedimientos terribles para matar a sus semejantes.
Entonces el extraño ser se dirige al hombre que está erguido sobre todo y le dice: «Baja de ahí pretencioso, que tú eres peor que todos».
Pero, a tenor de lo que el citado diario publicara en la página 1 de la edición del 24 de junio de 1933, no parece que este giro temático agradara del todo al respetable:
Bien que haya alcanzado este sello ornamental que alcanzó a darle Gastón Castelló, creando escuela personal; bien que se le de a la «foguera» este matiz de finura, de elegancia, que va adquiriendo, que adquirió ya en gran parte —tal la premiada en primer lugar, tal la de la Plaza de la República—, aunque consideremos que se alejen un poco de la inteligencia rudimentaria del buen pueblo. Se nos dirá y estamos conformes con ello, que así se educará la sensibilidad popular que pronto alcanzará estas sutilezas creadas por Gastón y por sus discípulos. Pero no debemos generalizar demasiado; también es conveniente que la «foguera» no pierda totalmente su carácter de sátira del pueblo rudimentaria y fácil.
[...] Las comisiones no deben dejar al artista que imagine el asunto, porque de ahí el mal de que se repita mucho una misma crítica. Es el vecindario quien debe elegir el asunto a satirizar encargando al artista que lo interprete.
Foguera Plaza de la República 1933 (Archivo Familia Collía)
Foguera Plaza de la República 1933 (AMA. Colección Frías Peraza)

Se trataba de una composición tendente a la horizontalidad, de planta triangular, que intercalaba simétricamente elementos geométricos, con reiteración en el remate de una figura atlética característica y peculiar. Contenía, mediante iluminación indirecta nocturna, unos atractivos efectos de luces y sombras que sentaron precedente entre los artistas de su época. A esta foguera pertenecen unos relieves escultóricos muy recordados, en forma de tres figuras de pensadores repetidas, situadas directamente debajo del enigmático gigante de las tres caras del remate, que sujetaba el cartel «Yo soy más que todos», y que Gastón moldeó tomando como modelo al famoso atleta alicantino, uno de los fundadores del Club Atlético Montemar, Ángel «Nano» Albert, hermano de un inseparable amigo del artista, el maestro cartelista Manuel Albert. De hecho, en una fotografía realizada en el taller de Gastón, donde este se inspiraba en aquel, escribió el artista en el dorso de la foto: «Me he inspirado un poco en el arte "Azteca" (México) que siempre adornan la cabeza y hacen los hombros anchos, enormes, pecho corto y cuadrado, cintura muy estrecha».

Foguera Plaza de la República 1933. Gastón Castelló trabajando el remate de la foguera.
El modelo es el atleta alicantino Ángel Albert González (Archivo Familia Albert)

Sería el último año que sus fogueres tendrían movimiento, pues este mismo año 1934 falleció su padre, alma máter de sus mecanismos, y Gastón comentaba al respecto: «Desde esta fecha mis figuras se quedaron estáticas como un profundo homenaje a su memoria».

La explicación completa, que aparece en el llibret de la Foguera Plaza de la República 1933, bastante extensa como venía siendo habitual, está firmada con el irónico seudónimo de «Batiste Cama y Pebrella. Picapedrer versaor», que probablemente lleve detrás al habitual Juan Coloma, director de El Tio Cuc. Constaba de un preámbulo y tres partes, una por cada cara del monumento, con un comentario final. Veamos un significativo fragmento del preámbulo:
Desarrolla en la Foguera 
en tots els seus pormenors, 
un tema molt filosófic
tal, com les imperfecsións 
de tots els sers de la Terra, 
desde que este mon es mon.
(De aixó ya fa un rato llar
y encara está sense adob).
Tres parts formen la Foguera
en la seua descripsió
y les tres son espresives,
a cual d'elles la millor;
y contemplant el conchunt,
es un esclat de color
que desllumbra y que cautiva...
¡Qué gran artista es Gastón!
En cuanto a la recién constituida Barraca Peña «Alicántara», su también presidente José Romeu solicitaba la plantà el mismo día 30 de mayo que lo hiciera para la Foguera del distrito, en concreto en la antigua ubicación del templete para la música que instalaba la misma, «en la acera del Ayuntamiento en la parte comprendida entre la esquina del primer pórtico hasta la jamba derecha de la primera puerta».

Los cuarenta miembros que formaron esta comisión, financiaron la construcción de una portada a modo de casa estilo árabe de medidas considerables, 12 x 4 m de base y 4 m de altura, cuyo autor desconocemos, y de la que en el expediente 16/33 del AMA se conserva una foto autorizada del boceto de 13,6 x 9,5 cm, foto que se repite en los de los sucesivos ejercicios, catalogados B-4/35 y B-3/36, con lo que se deduce que dicha portada no era quemada sino desmontada.

Barraca Peña Alicántara 1933. Fotografía autorizada del boceto (AMA. Expediente 16/33)

Y los nuevos barraquers, por lo que parece, tenían prisa en ver montada su primera portada, y así lo advierte el Diario El Luchador del día 21 de junio, en su primera página:
Los animosos componentes de la peña «Ali-kantara» que han construido un magnífico templete —barraca árabe— en la Plaza de la República, la dejaron ya plantada anoche y la inauguraron aunque de una manera extraoficial, pero la inauguraron. La obra es artísticamente magnífica, de buen gusto, de un agradable conjunto, de un depurado estilo; rica y suntuosa, de una nota de arte muy de agradecer. Hay que felicitar por ello a los simpáticos componentes de «Ali-kantara», si bien esta felicitación ha de ir empañada con una breve y cariñosa censura. Han debido contener su entusiasmo y no inaugurarla hasta esta noche: no han debido plantarla —no ha debido consentirse— sobre la acera del Ayuntamiento, ya que además de interrumpir el tránsito por la acera, cubre una buena parte de la fachada del Palacio Municipal, unos de los pocos monumentos artísticos que podemos ofrecer a la admiración de los forasteros. Enfrente, bajo el local de la Audiencia, hubiera lucido acaso mejor, no interrumpiría el tránsito, y no taparía la magnífica fachada del Palacio Consistorial.
Barraca Peña Alicántara 1933 (Archivo Gonzalo García Ballesteros)

Por último, un documento anexo a la solicitud de plantà pormenorizaba su estructura con sumo detalle:
Esta casa está compuesta de piso bajo, y los altos son destinados a templete para la actuación de la Banda de Música de la citada foguera.
[...] Está construida de la siguiente forma, ocho puntales de madera pino tea, de 22 x 20 centímetros, sujetos en la parte superior por unos largueros de 3 x 9 ensamblados con espigas y tornillos tuerca formando todo ello un solo cuerpo, sobre el que descansan 25 viguetas de madera de 3 x 9 sujetas con 100 ángulos de hierro forjado de 70 x 8 m/m con tirafondos y pasadores tuerca y piso formado de madera machihembrada de una pulgada. En uno de los ángulos se eleva un alminar.
[...] Para la instalación de esta casa en el sitio indicado, han de hacerse ocho cajetines de 60 centímetros de profundidad de 22 x 20 centímetros en la acera.
Obvio es decir que el permiso de plantà condicionaba la misma al compromiso de reparación de los desperfectos que se pudieran dar, por parte de la comisión.


1934. História d’un tros de la província

Para mantener y estabilizar la Foguera en la élite, el presidente Romeu, en un ejercicio en que tendría que compaginar su nuevo cargo como vicepresidente de la Comisión Gestora, seguiría contando en su comisión con el mismo equipo, con las únicas salvedades de la incorporación de Luigi Corno como vocal, y el nombramiento de José Climent como «Cremaor». Josefina Dols sería elegida Bellesa de la Foguera Plaza de la República 1934, Luis Pérez Bueno continuaría como «Foguerer Machor», y sería nombrado «Foguerer de Honor» el célebre compositor Francisco Alonso López, cuya presencia los días centrales de Fogueres en Alicante conllevaría un auténtico revuelo.

Relación de comisionados y cargos de honor.
Llibret de la Foguera Plaza de la República 1934 (AMA)
Bellesa 1934 de la Foguera Plaza de la República.
Srta. Josefina Dols (AMA. Llibret 1934)
El maestro Francisco Alonso López.
Foguerer de Honor de la Foguera Plaza de la República

Este nombramiento provocaría varios actos multitudinarios de homenaje a la figura del maestro Alonso, fuera y dentro de la comisión que lo acogió. Pero lo más interesante fue su aportación al todavía exiguo bagaje musical de la Fiesta. José Romeu recibía una carta mecanografiada del músico desde Madrid, fechada el 21 de mayo de 1934, cuyo contenido habla por sí mismo:
Muy Sr. Mío:
Es en mi poder su atta. carta que me envía como Presidente de la Comisión de la Foguera de la Plaza de la República, confirmándome en acuerdo de esa Comisión al nombrarme Foguerer de Honor, por cuya atención quedo sumamente agradecido, esperando sirvan las presentes líneas como testimonio de gratitud, al mismo tiempo que acepto complacido el nombramiento que en mí recae con motivo de las próximas fiestas de les Fogueres, a cuya brillantez quiero aportar mi modesta cooperación, a tal efecto escribiré un pasodoble titulado "La Festa del Poble".
Con este motivo me es grato enviarle un cordial saludo, que ruego haga extensivo a los demás miembros de esa Foguera, y quedar suyo atto. s. s. q. e. s. m.

Carta fechada en mayo de 1934, del maestro Francisco Alonso a José Roméu,
en la que se compromete a componer el pasodoble «La Festa del Poble»,
en agradecimiento a su nombramiento como cargo de honor (Archivo Juan Román Sirvent)

No son necesarios más comentarios. Durante Fogueres 1934, La Festa del Poble fue estrenada oficialmente interpretada por la Sociedad «Unión Musical» de Bigastro, bajo la dirección de Francisco Murcia, y marcaría el ritmo de los desfiles que hiciera la comisión de la Foguera Plaza de la República, con su popular Banda de Música «La Nueva Iris» de Alcoy, por las calles de su distrito, cuyo ya famoso atuendo, además, encajaba a la perfección con este pasodoble morisco, ya que la percusión de sus primeros compases sugiere la música tradicional de las fiestas alcoyanas. Rápidamente se convirtió en un clásico del todavía incipiente pero creciente patrimonio musical de Les Fogueres de Sant Joan.

A la ya clásica presencia de esta banda de música, que una vez más fue motivo de noticia en las páginas del Diario El Luchador, en concreto el 22 de junio, con el título «Breve historial de la Nueva del Iris», se unió la Barraca Peña «Alicántara» y la creación de la comisión infantil de la Foguera, que contó con su propio monumento, cuyo detalle analizaremos más tarde. Esa especial atención de la prensa hacia la banda musical alcoyana, radica sobre todo en el hecho de que esta acompañara a la Comisión Gestora, de la que no olvidemos que era vicepresidente José Romeu, en la visita oficial festera del Ayuntamiento de Alicante a Orán, en el mes de mayo.

El programa de fiestas apenas sufrió variaciones, siendo lo más significativo el hecho de que, en la velada musical del día de San Juan, la banda fuera «dirigida por el eminente compositor Don Francisco Alonso, Foguerer de Honor de esta Foguera, ejecutando piezas de su vasto repertorio, tocándose como final el pasodoble que exprofesamente ha compuesto y dedicado a esta Foguera titulado "La Festa del Poble"». Al parecer, el maestro fue cogido por sorpresa para la ocasión, o al menos eso parece indicar el comentario del citado diario del día 25 de junio:
Del mismo Hotel Victoria, donde se hospeda, fue raptado el maestro Alonso por la Comisión de Foguera de la Plaza de la República, al frente de la banda «Nueva Iris», y entre ovaciones del público que acogía con cariño el paso de la comitiva, se trasladaron a la barraca Ali-cantara de dicha Comisión, donde se le entregó a1 maestro Alonso e1 título de Foguerer d'Honor. No hubo brindis, sino mucha alegría y unas copitas de champaña, que hacen más fuerte la unión entre el maestro y su comisión.

Foguera Plaza de la República 1934.
Fotografía autorizada del boceto (AMA. Expediente 7/34)

Conforme a la documentación conservada en el expediente 7/34 del AMA, José Romeu firmaba el 24 de mayo de 1934 la solicitud de plantà que, trasladada por Alcaldía el día 26 a la Comisión de Fomento, quedó autorizada por esta el día 28. La foguera, una nueva obra de arte del maestro Gastón Castelló, contaría con unas dimensiones de 8 x 7 m de base y unos respetables 12,5 m de altura, y se tituló História d’un tros de la província. Probablemente fuera la mejor foguera del ejercicio, y no sin polémica quedaría sin el reconocimiento de años anteriores, alcanzando sólo el Quinto Premio de Categoría A, dotado por la Compañía de Tranvías con 400 pesetas.

Foguera Plaza de la República 1934. Gastón Castelló trabajando el remate de la foguera
(AMA. Colección Francisco Sánchez)

La polémica vino promovida por la prensa, a raíz de la concesión de los dos primeros premios a los monumentos de las comisiones de Madrid y de Orán. A la vista de la documentación gráfica que se dispone y de las críticas en los rotativos alicantinos, parece que fueron adjudicaciones más políticas que otra cosa, probablemente en un afán de quedar bien y agradar a las comisiones foráneas, ya que ni la foguera de Madrid, que si bien tenía considerables dimensiones era rectilínea exceso y con poco modelado, ni la de Orán, que no pasó de ser una discreta aportación del propio Gastón Castelló, superaban a otros monumentos que, sin embargo, quedaron relegados a premios menores, como fue el caso del de Plaza de la República, pues resultó uno de los diseños más monumentales de Gastón, que combinaba una doble perspectiva a través de una planta cuadrada, con el juego de superficies rectas y curvas, coronadas por destacadas figuras y estilizados relieves. Algunos de sus más atractivos elementos escultóricos llevaban un sello que los años harían inconfundible, el de un joven artista que comenzaba a trabajar en el taller de Gastón Castelló: Ramón Marco Marco.

Foguera Plaza de la República 1934 (AMA. Colección Francisco Sánchez)

Se conserva un boceto frontal y posterior, de 87 x 63,3 cm en tinta y acuarela, así como un segundo con escenas, de 63,3 x 87 cm, y una foto autorizada de 8,3 x 3,2 cm. Y se completa la documentación con una memoria descriptiva de las cuatro fachadas que componen el monumento, en el que volvía a los temas locales después de las críticas vertidas por la prensa por la temática del año anterior, si bien en este caso relacionados con la provincia, y en concreto con la comunicación entre la capital y Alcoy:
Primera.- En la parte alta hay una figura representando la Provincia de Alicante con una tabla en las manos que dice «Existo desde 1833» y bajo de esta figura otras tres representando la Agricultura, Industria y Comercio diciendo que están aquí viviendo riquísimas.
Se dijo en 1833 que si todos los pueblos que la formaban se unían surgiría una Provincia de fantástico porvenir.
Segunda.- Y había una ciudad industrial muy importante, Alcoy. Y otra comercial por excelencia, Alicante. Y se pensó construir un ferrocarril que las uniese para prosperidad de la Provincia.
Tercera.- Y desde hace más de cincuenta años comenzaron a hacerse proyectos que jamás se realizaron. Y la desunión provincial era cada vez más notoria y por fin en 1926 se aprobó un proyecto.
Cuarta.- Comenzaron las obras y después de realizarse grandes esfuerzos y fantásticos gastos se dijo que el trazado era absurdo y quedó todo abandonado.
Y por el momento se perdió toda esperanza de unión.
Y ahora se habla de hacer otras cosas: Autopista? Ferrocarril?
Y como Alicante y Alcoy no creen en nada, han preparado dos sillas para esperar sentadas.

Barraca Peña Alicántara -izquierda- y Foguera Plaza de la República 1934
(Archivo Gonzalo García Ballesteros)

Como es preceptivo, la explicación completa, de notable extensión, bajo el título «Película sonora», consta en el galardonado llibret de la Foguera, obra de José Coloma una vez más, que obtuvo el Tercer Premio de Llibret de Foguera (Diario El Luchador, 21 de junio, página 2), y el Tercer Premio de Lo Rat Penat (Diario El Luchador, 25 de junio, página 2), la histórica sociedad cultural valenciana, dedicada a la promoción, defensa, enseñanza y difusión de la lengua y cultura valencianas, que le concedió este premio por la utilización de un valenciano mucho más correcto del habitual en Alicante, consecuencia de la aprobación, el 21 de diciembre de 1932, de la denominadas Normes Ortogràfiques de Castelló. Consta de un prólogo y cuatro partes, una por cara, estas bajo el epígrafe común «L'argument de l'artiste». El citado prólogo situaba perfectamente al espectador en el asunto de la foguera, como son buena muestra estos dos fragmentos:
Diu la història que conserva
el pare Lluc francescà,
que'l mil vuit-cents trenta-tres,
Alacant fon separat
del gran Reine de València,
i es va quedar Alacant
desemparat i assoletes, 
com l'orfe que es veu privat
de l'acoloc de la mare 
i el carinyo dels germans.
[...] I heus ací que el gran artiste,
que assumpte anava buscant
per a fer esta foguera,
en aquell fet va trobat
fonament per a inspirar-se,
puix fonament i molt gran 
és tot quant ens diu la Història
des de que fon separat
Alacant de l'antic reine, 
la província es va formar
i les mil vicissituts 
sufrides durant cent anys
buscant comunicacions
amb els pobles importants.
Por último, el expediente I-12/34 del AMA recoge la documentación del primer ejercicio festero de la Foguera Infantil Plaza de la República, recién constituida. Su comisión plantaría el monumento infantil titulado Caramelomanía, del que se conserva el boceto de  lo que parece ser una de sus escenas, de 21,8 x 21 cm, en tinta, conjuntamente con la solicitud de plantà dirigida al presidente de la Comisión Gestora, firmada sin fecha por Rafael Yváñez Santonja, en calidad de presidente infantil, y que consta directamente aprobada por Alcaldía. Sin embargo, existe otro documento de la Comisión de Fomento que la aprueba el 19 de junio de 1934.

Foguera Infantil Plaza de la República 1934.
Boceto de lo que parece ser una de sus escenas (AMA. Expediente I-12/34)

La solicitud hace, además, las veces de memoria descriptiva de la foguera:
Representa varias escenas a que dan lugar, los grupos de curiosos y desocupados, que por esas calles se arremolinan alrededor de esos más o menos artísticos carritos, en los que, se trata de endulzar a fuerza de caramelos la contrariedad de los que no son favorecidos, por la pícara suerte, en las al parecer inofensivas ruletas.
[...] Presenta una mujer, que con el deseo natural de probar fortuna se juega el dinero que lleva para la compra, con lo que, como es lógico, se evita de llevarla a cabo; en otra escena se muestran los resultados de estos excesos, que distan de ser tan dulces como la causa que lo produce; en otra se alude, a que esta verdadera monomanía se halla tan extendida, que ha trascendido a la estratosfera; y por último, se presenta a un matrimonio que sacude de sus bolsillos los últimos céntimos para sacrificarlos en este dulce vicio callejero. La parte alta, trata de reproducir lo que vemos todos los días por esas calles queriendo demostrar, que no todos son curiosos y que cada cual va a lo suyo.
Una foguera infantil que se evidenciaba bastante «adulta».


1935. Estíus antics y moderns, o Distracciones veraniegas antiguas y modernas

Entendiendo que lo sucedido con el «reparto» de los premios de Fogueres 1934 no debía afectar a la buena marcha de la comisión, José Romeu inicia un año más el ejercicio festero como presidente de la misma, según el libro de Registro de Socios que se conserva en el AMA, pero con algunos cambios: se incorporaba como vicepresidente Francisco Ayela, quedando José Rodríguez como vocal, condición que también adquiría Fabián Reig. Pero Romeu sería nombrado presidente de la Comisión Gestora y, aunque la normativa vigente en la época permitía que coexistiera tal cargo con el de presidente de la comisión, en un ejercicio de responsabilidad decide declinar a favor de Francisco Ayela Antón la dirección de la misma, recuperando José Rodríguez la vicepresidencia y pasando Romeu a la vicesecretaría, desplazando de esta a Ezequiel Climent.

Llibret de la Foguera Plaza de la República 1935. Portada de Gastón Castelló (AMA)

Aunque en apariencia es llamativa la asunción de la presidencia por un recién llegado a la comisión, Francisco Ayela no era precisamente un desconocido en la Fiesta. Ayela fue uno de los presidentes de foguera en el año fundacional de 1928, en concreto de la comisión del distrito que se vino a denominar «Alfonso el Sabio, San Vicente, Barrio San Fernando y adyacentes», erróneamente identificada con la actual Foguera Mercado Central, como demostré en el capítulo correspondiente de mi libro Alicante. Arte y Fuego, permaneciendo desde el siguiente ejercicio foguerer ligado a la comisión de Calderón de la Barca. Romeu y Ayela habían entablado amistad prácticamente desde la fundación de la Fiesta, razón por la cual, a sabiendas de su inminente llegada a la presidencia de la Gestora, Romeu contó con él para relevarle en la Foguera Plaza de la República.

Permanecerían en sus correspondientes cargos de honor tanto Luis Pérez Bueno como el maestro Francisco Alonso, aunque este ya no tendría la presencia que tuvo el año anterior en los días centrales de la Fiesta, y sería elegida Bellesa 1935 la señorita Carmen Villacieros Zaragoza. La Banda «La Nueva Iris» de Alcoy permaneció fiel a su fama y su arte un año más, amenizando una programación festera sin apenas modificaciones dignas de mención.

Bellesa 1935 de la Foguera Plaza de la República.
Srta. Carmen Villacieros Zaragoza (AMA. Llibret 1935)

Sí mantuvo Romeu la presidencia de la Barraca Peña «Alicántara», presentado su solicitud de plantà, según el expediente B-4/35 del AMA, el día 6 de junio, quedando autorizada por el Alcalde el día 8. No hay constancia de que plantara la Foguera Infantil.

Pero, lógicamente, fue Francisco Ayela quien firmaría la solicitud de plantà el 6 de junio de 1935, que sería de inmediato autorizada por el Alcalde, completándose la documentación del expediente 7/35 con una memoria descriptiva, una foto autorizada del boceto frontal en acuarela, de 12,8 x 18 cm, y otra del boceto en tinta y lápiz de la proyección posterior lateral izquierda, de 8,8 x 12,1 cm. Otra excepcional obra de Gastón Castelló, que le valió a la Foguera el tan anhelado honor de conseguir el Primer Premio de la Categoría A. Estíus antics y moderns, según consta en el expediente, o también Distracciones veraniegas antiguas y modernas, tal como aparece en el boceto, midió los nada despreciables 16 x 11 m de base y 13,5 m de altura, que lució majestuosa frente a la fachada principal de nuestro Ayuntamiento.

Foguera Plaza de la República 1935.
Fotografías autorizadas de los bocetos de ambas caras (AMA. Expediente 7/35)

Y los reconocimientos se multiplicaron. Como ejemplo, cabe destacar la reseña del Diario El Luchador del 25 de junio, en su segunda página, bajo el epígrafe «Los premios particulares»:
Han sido varias las entidades y organismos que han concedido premios para «les fogueres» a su juicio han estado más en consonancia con los fines que estas sociedades se proponen cumplir.
No nos ha sido posible hasta el presente momento realizar de ellos una escrupulosa recopilación, pero sí podemos decir que los del Ateneo, Peña Los Gorilas, y sociedad valenciana «Tot o Res» han sido concedidos a la de la Plaza de la República, cuyo autor es el renombrado Gastón Castelló.
«Ya va resultando un poco pesado hablar en las fogueres del barro, del clima, del polvo y de la luz», declaraba Gastón Castelló en el llibret. También añadía: «Mis hogueras no son todo lo modernas que yo quisiera. Crean ustedes que si no me modernizo más es por temor al público. No obstante, cada año presento las cosas un poco más avanzadas, a modo de ensayo, hasta llegar a hacer algo totalmente a mi gusto. El año pasado, el público me admitió y encontró de su agrado aquellas figuras estiradas, de cuello largo y ojos oblicuos que yo expresé con algún recelo. Así es que ya tengo una dificultad vencida para seguir mi camino de innovación». Con ello, la foguera 1935 sería una síntesis de ambas intenciones de Gastón, hechas realidad. La memoria anexa a la solicitud de plantà lo explicaba someramente de este modo:
La Foguera representa una calle de Alicante antiguo en la cual se celebran danzas que la gente observa con gran complacencia.
En el lado opuesto representa un coro de Alicantinos pidiendo a la Diosa Inspiración restaurar el espectáculo de danzas Alicantinas como se realizaban en el siglo XIX.
Otro de los lados representa la escalera del puerto que está situada enfrente de la Aduana y en ella están sentadas varias forasteras y forasteros que están contemplando el espectáculo único en el mundo de ver ponerse el sol.
En otro de los lados representa una gran piscina donde la gente se divierte.

Foguera Plaza de la República 1935. Gastón Castelló trabajando una escena de la foguera
(AMA. Colección Francisco Sánchez)

El monumento disponía un conjunto simétrico, con la parte principal que reproducía una escena costumbrista en una calle del Alicante antiguo, de gran fidelidad, con diversos ninots típicamente realizados con líneas planas y esquemáticas, de la que Gastón destacaba especialmente la gama cromática aplicada. Llamaba la atención, en la parte posterior, un grupo de alicantinos que adoraban desnudos a la «diosa de la inspiración», en forma de amazona sobre el «caballo de la fantasía», una de sus figuras más bellas y conocidas del artista, que además quedaría reproducida mediante un dibujo suyo en la portada del llibret.

Sorprendentemente extensa fue la explicación que había publicado el citado diario, en la tercera página de su edición del 21 de junio, en referencia al día de la Plantà:
Hemos visitado la «foguera» que en la plaza de la República se alzará mañana, majestuosamente.
Su creador, el afamado artista Gastón Castelló, pretende hallar con fino humorismo un remedio al tedio que se apodera de nuestros veraneantes y que hace que faltos de atracciones no tardan en abandonarla, en busca de otros fugares, que aunque no reúnan las bellezas de «nostra terreta» se les ofrezca con más atractivos. Cuatro facetas presenta la «foguera».
Una de ellas representa una calle del Alicante antiguo. Estamos en 1800, los veraneantes acuden en busca de fiestas típicas, de sabor local.
Al fondo tres casas de un estilo barroco captadas por la imaginación de Castelló e inspiradas en algunas, que aún vemos resistir bravamente al tiempo, por nuestras calles.
Hemos olvidado decir que nos hallamos en la calle de la «Costera».
Varios veraneantes en los balcones y otros en la calle rodean a cuatro bailarinas que ejecutan danzas alicantinas, que por su belleza y armonía se han hecho famosas en toda España, quedando admirados de los bellos pasos de baile que ágiles trenzan con sus pies.
Los forasteros acuden atraídos por estas fiestas tan típicas y rebosantes de sabor local, hastiados de las modernas distracciones que hacen furor en las capitales donde residen.
Siguiendo la misma crítica otra faceta nos presenta la escalinata del Puente situada frente a la Aduana, que es el sitio de reunión, estamos ya en la época actual, de los forasteros que cansados «de las distracciones» toman asiento en las escalinatas, admirando la «bella puesta de Sol» que anuncia al programa, hasta que desesperados de la 2.ª parte del programa que ofrece concierto tras concierto, marchan a sus lares para no regresar nunca más. La dos restantes facetas, presentan un coro de desnudistas que de rodillas elevan sus preces a la diosa de la Inspiración, para que les dé un remedio que acabe con el tedio que se apodera de todos por falta de distracciones.
La diosa, complacida, les hace mirar el pasado y les dice resuciten las danzas y festejos típicos alicantinos con lo que podrán hallar la panacea a sus males. Por último nos presenta Castelló su Alicante dotado de todos los adelantos modernos convertida en una bella capital en que las diversiones de tipo modernista, ruletas, campos de atracción, carreras de caballos etc., se suceden con las típicas danzas, etc.
Una transformación radical operada en Alicante.

Foguera Plaza de la República 1935, cara frontal
(AMA. Colección Francisco Sánchez)
Foguera Plaza de la República 1935, cara posterior
(AMA. Foto Sánchez. Archivo Miguel Castelló Villena)

La explicación, muy extensa y detallada, que hacía el llibret de la Foguera, y que la titulaba «Comedia en tres actes i un cor», aparecía firmada con el caricaturesco seudónimo «Mateu Gatillo de Pistola (Sereno retirat)», que probablemente escondería a José Coloma, como en ejercicios anteriores. Constaba de cinco extensas partes, en las que jugaba con la idea de que el propio artista leexplicaba la foguera, tituladas «Abans d'alsarse el teló / pósen vostès atenció», «Relació i explicación / de l'artiste Castelló», «Acabat este tracte / escomensa el segon acte» / «Lo que canta algúns matins / el cor dels alacantins» y «Después de fer punt i apart / mos explica l'acte cuart», finalizando con «Así acaba la funsió / que m'ha explicat Castelló». Rescatemos este fragmento:
Tres cases són les que es veuen
i les tres formen mansana;
la del mig és la millor
com demostra la faxada
del més pur estil barroc,
i en ella viu alloxada
una familia molt rica
de la regió castellana,
que atraguda per les festes
estiuenques (i no es guasa),
han vingut, i en Alacant
passen una temporada.
Ara están en el balcó, 
mirant com passa la dansa, 
tota la sagrá familia...
A la esquerra está Mariana
la filla gran, i al costat,
en trage de mitja gala,
don Sisenando, el papá,
al seu costat la mitjana
i a la dreta está el nebot,
el fill de l'atra germana.

1936. Folklóre de la provincia d'Alacant

Aunque José Romeu dejaría la presidencia de la Comisión Gestora, a la que volvería en condición de vicepresidente casi toda la década de los 40, y de presidente en 1947 y 1954, prefirió que la de la Foguera Plaza de la República permaneciera en manos de Francisco Ayela, dado los excelentes resultados obtenidos en su gestión del ejercicio foguerer de 1935. Permanecerían igualmente en sus cargos honoríficos tanto Luis Pérez Bueno como el maestro Alonso, y sería Bellesa 1936 la señorita María Pérez Aracil.

Bellesa 1936 de la Foguera Plaza de la República
Srta. María Pérez Aracil
(AMA. Revista «Rosas y Perlas» 1936)

Plantaría un año más la Barraca Peña «Alicántara», cuya documentación se conserva en el expediente B-3/36, ostentando de nuevo su presidencia Romeu Zarandieta, que solicitaba permiso de plantà el 5 de junio de 1936, obteniéndolo tres días después del Negociado de Gobernación. También hay constancia, según expediente I-5/36 del AMA, de que Luis Rioja Fernández fue responsable de la construcción de la Foguera Infantil Plaza de la República, sin lema conocido, un pequeño monumento foguerer de 1 x 1 m de base y 1 m de altura que plantaría frente a su domicilio, el número 11 de la entonces denominada plaza de la Baronesa de Satrústegui, actual Paseíto de Ramiro. Su solicitud de plantà está firmada por el propio Luis Rioja, y se acompaña de un boceto de 22 x 30 cm realizado con lápices de colores, así como una nota de autorización del presidente de la Foguera, fechada el 11 de junio.

Llibret de la Foguera Plaza de la República 1936. Portada de Gastón Castelló
(Archivo Cristina López Moya)

La fiesta empezó pronto este ejercicio, pues en el expediente 9/36 del AMA ya consta un documento por el que podemos saber que, al poco de iniciarse, se llevaba a cabo «una Verbena-Tómbola en los jardines de la Plaza de Ramiro» organizada por la Foguera Plaza de la República el 31 de agosto de 1935, a las diez de la noche.

La solicitud de plantà del 5 de junio de 1936 la firma Ayela, y es aprobada por el Negociado de Gobernación el día 8. Se presentó adjunta una breve memoria de las cuatro caras de la foguera, y un juego de bocetos en acuarela de los que se conservan fotos autorizadas de los correspondientes a las caras frontal y posterior, de 11,4 x 14,6 cm.

Foguera Plaza de la República 1936
Fotografías autorizadas de los bocetos de ambas caras
(AMA. Expediente 9/36)

La nueva obra de Gastón Castelló conseguiría el Tercer Premio de Categoría A, con el título Folklore de la provincia de Alicante, que contaba con unos magníficos efectos de luz para ensalzar las principales fiestas de nuestra provincia. En esta foguera, Gastón iniciaba una nueva tendencia artística, que desarrollaría en la década de los cuarenta, al abandonar en gran medida la dependencia del vanguardismo y volver a las figuras naturalistas. Constaba de cuatro escenas o partes, cada una de las cuales se dedicaba a un tema específico: una a las fiestas de Moros y Cristianos, otra a Les Pastoretes de Callosa de Ensarriá, cuyo dibujo original de Gastón ocuparía la portada del llibret, la tercera a Les Danses dels Rollets de Aguas de Busot y, por último, la cara principal a la «Bajada del Ángel» del Misteri d'Elx, que quedaba enmarcado en el pórtico de una iglesia. Gastón Castelló no copiaría los trazos arquitectónicos de Santa María de Elche, sino que situó a los personajes del Misteri ante un fondo más próximo al de la época en que se escribió el Consueta, por ello elige un estilo románico, sobrio y bello. Realizaría las esculturas del pórtico siguiendo las normas: «ocho esculturas apostólicas sobre estiradas columnas mostrábanse a los lados del ábside central que medía 14 metros de altura», y que iba decorado con pinturas al fresco. Ante todo este conjunto, la «magrana» con el ángel descendía hasta el catafalco donde estaba la Virgen, enfrente de San Juan, y en la parte baja tres apóstoles subían por una rampa. El frontal principal, uno de los más bellos de toda su obra, contrastaba con el resto de la foguera, de indudable menor repercusión, y que se estructuraba en base a tres bastidores simétricos en sus laterales.

Foguera Plaza de la República 1936. Detalle del frontal en el taller de Gastón Castelló
(AMA. Colección Francisco Sánchez)

En la página 3 del llibret, Gastón explica su concepción de la foguera:
En nuestra «foguera» de este año he recogido las manifestaciones más importantes de nuestro folklore.
«Les danses dels rollets» y «Les Pastoretes» las he expresado solamente con dos pinturas, en cambio he dado todo el valor al «Misteri d'Elch» y a «Moros y Cristians».
«El Misteri d'Elch» es la mejor y más valiosa muestra del folklore provincial y como tal está tratado en nuestra «foguera», por lo tanto no debe ser apreciado desde el punto de vista religioso sino como una fiesta más. Siete años llevo construyendo «fogueras» y bien patente queda de siempre mi aversión a toda exhibición política ni tendenciosa de ningún género. Jamás he ridiculizado a personas determinadas, ni he combatido idea alguna y, este año, como los anteriores, no he cambiado de opinión.
Los «Moros y Cristians» los he tratado humorísticamente y la acción la he situado, no en Alcoy, donde se celebran estas fiestas con gran lujo y seriedad, sino en un pequeño pueblo, puede ser Biar, Benillup, o cualquier otra villa humilde.
Cuanto más pequeño es el pueblo, más graciosos son los personajes de la fiesta, más largas las barbas de crepé, más chillones los colores de sus trajes y más relucientes las sedas.
He visto hace muy poco tiempo, en un villorrio donde estos festejos son tradicionales, el capitán de los moros con unos magníficos pantalones de seda rojo pimiento, y una espléndida capa de tela de cortina.
Y todas estas cosas de tanto sabor son las que he tratado de recoger para que sea conocido y divulgado por tierras extrañas.
La memoria de la foguera describía algunos detalles más, como que en su cara frontal se representa la «portada de una Iglesia del techo de la misma pende una granada abierta dentro de la cual va un niño que simula va cantando, y bajo de éste otro niño vestido de Virgen que está orando por motivo del milagro que está viendo, igualmente les ocurre a tres personajes que están subiendo por la rampa que claman al cielo por el milagro. En la parte superior del edificio y dándole vueltas a un molinete se ven dos hombres dando a entender con ello que se hace esta bajada del Ángel». A continuación, al igual que lo hace en el llibret, la memoria justifica esta escena religiosa, pues ya el autor intuía que podría ser criticada o tachada de reaccionaria. Y qué razón tuvo.

Foguera Plaza de la República 1936, caras frontal y posterior
(AMA. Fotos Sánchez. Archivo Miguel Castelló Villena)

Dicha representación, situada en medio de la plaza de la República, no era la más apropiada en la situación política que atravesaba el país, a un mes del comienzo de la trágica contienda nacional, y ya cuando se presentó el boceto corrió el rumor de que su foguera era de propaganda religiosa y de derechas. A Gastón se le trató de «pandorgo» y se le llegó a amenazar con quemar la foguera antes y con él dentro. Comentaba el artista: «habladurías me llenaron de pensar y de preocupaciones, provocándome penosos insomnios. En una de aquellas noches interminables recordé que en 1931 el Gobierno de la República declaró Monumento Nacional al Misterio de Elche. Ni corto ni perezoso trasladé a varias pancartas fragmentos del decreto [...] terminaba con las firmas de D. Niceto Alcalá Zamora como Presidente de la República y D. Marcelino Domingo como Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. Al leer el Decreto, la reacción del público fue favorable, convenciéndose de que no había en la foguera intencionalidad alguna, política y religiosa».

La explicación completa contenida en el llibret de la Foguera, de gran extensión, estaba firmada en esta ocasión por el reconocido republicano ilicitano Eleuterio Meseguer Martínez, y constaba de tantas partes como fiestas trataba, titulándolas con el nombre de las mismas, más una quinta, «Nostre tipisme no deu morir», que dice:
Alacant te moltes festes,
molt típiques, molt honestes,
pero de totes l'eixemple
verdader i de bon temple
es la Festa d'Elch qu'aguanta
desde el mil trecens setanta. 
Per aixó nostre folklore
deu brotar com tendra flor.
La Provincia d'Alacant
te un tipisme molt chagant
i si en l'espill de la Festa 
o el Misteri d'Elch —honesta
nota de la tradicció—
se mira, la perfecció
pot anar al Mon cantant:
¡Lo millor es Alacant!

A poco menos de un mes de finalizar el ejercicio foguerer 1936, llegó la fractura nacional, en la que Alicante saldría especialmente afectada por su clara tendencia republicana, lo que trajo una estricta censura en todas las facetas del arte, siendo además gran parte de los artistas perseguidos y confinados, como el caso concreto de Gastón Castelló, conllevando la inevitable y lógica interrupción de Les Fogueres.

La Foguera de la «Plasa del Achuntament» perdería para siempre este apelativo popular para tomar el de la fecha del Alzamiento Nacional hasta que llegara la democracia. Romeu Zarandieta volvería a la presidencia de la Foguera durante un largo periodo, y plantarían en el distrito prácticamente todos los grandes artistas de fogueres que iban surgiendo con el devenir de los años, incluso Gastón Castelló en varias ocasiones, pero jamás se alcanzaría el esplendor festero de los años de la II República, ni se lograría tan clamoroso éxito, salvo casos puntuales, el último de los cuales llegaría en 1980, con el magnífico monumento titulado Búsqueda, de Pedro Soriano Moll, curiosamente uno de los pocos años en los que el distrito tomaría la denominación de Foguera Plaza del Ayuntamiento, y el mismo año en el que se le otorgaría a Gastón el título de «Hijo Predilecto» de la ciudad.

Aunque la Foguera había gozado de cierta oficialidad desde los años 50, coexistiendo una comisión con la intervención institucional, especialmente en materia económica, no fue hasta llegado 1985 cuando quedara definitivamente denominada Foguera Oficial de la Ciudad, disolviéndose la comisión. Pero esa es otra historia...


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